Si fuera por mí, no leer ciertos cómics sería un crimen. Y muchos estarían en la cárcel por no leer esta joya. The Last American es uno de los mejores cómics producidos durante los 90. Si esta serie hubiese sido publicada por Vertigo en vez de por Marvel Epic estoy seguro que ya tendríamos una trilogía de películas.
Este es otro comic postapocalíptico que ocurre después de una guerra nuclear. Contrario a muchas entradas en este género, el resultado de la guerra es realista. No hay zombies, mutantes ni tribus medievales luchando por agua. Hay destruccion y contaminacion radiactiva. Nuestro protagonista es el único ser viviente en una desolada Norteamérica. No el único ser humano en un mundo de monstruos, es el último humano, el último ser viviente. Acompañado de unos robots que proveen un muy necesario toque de humor, nuestro héroe hace su vida en este destruido mundo. La historia explora sus sentimientos de soledad y desesperación de una forma contundente y cruda. Usando el conceit de flashbacks vemos como el protagonista, Ulysses Pilgrim sobrevive el apocalipsis. El presidente de EEUU recluta a Pilgrim quien está en prisión por insubordinación y lo chantajea para que entre a la máquina diseñada para sobrevivir la catástrofe. La máquina fue creada para el Presidente pero este está claro que un político sería inútil en el mundo después de una guerra nuclear y por eso manipula a Pilgrim para que que use la máquina.
Parecería que una historia sobre el último humano luchando contra la soledad y depresión sería algo bien deprimente pero la historia tiene grandes dosis de humor y termina con un toque de esperanza conmovedor.
El libreto de John Wagner y Alan Grant es económico y directo. El guión toma un giro luego de la segunda parte debido a que contrario a otras colaboraciones entre Wagner y Grant, en este caso Wagner escribió los primeros dos episodios y Grant los últimos dos. Ambos autores trazaron en conjunto la historia pero el libreto lo dividieron de esta forma por que no estaban de acuerdo con la dirección de la historia. En mi opinión, el cómic se beneficia de esto. El impacto de la sátira y el panorama sombrío del cómic se perderían con un final deprimente. El arte del genial Mike McMahon es extraordinario. McMAhon es uno de esos artistas que está claro en qué medio está trabajando. El está ilustrando un comic. Sus dibujos tienen una base en la realidad, y tienen peso pero son caricaturas. Es el estilo perfecto para esta obra.
Desafortunadamente, The Last American no está disponible de forma electrónica. La colección está disponible en varias tiendas de cómicst American online. Creanme, vale la pena conseguirlo.